Estamos viviendo en un mundo rodeado de
tecnología, desde el más simple equipo celular (Smartphone) que es parte de tu
oficina al recibir mails corporativos durante las 24 horas de día, chats de
trabajo, Apps con cuentas bancarias, sistemas o aplicaciones corporativas
hasta los wearable o dispositivos
vestibles que se incorporan poco a poco en nuestros cuerpos con la finalidad de
realizar funciones concretas, pasando por zapatillas con GPS, pulseras que te
controlan el stress, los pasos diarios, los latidos del corazón, calorías alimentarias,
etc. Ésta tecnología representa el diario vivir de una persona llamada ahora
hiper conectada; sin embargo, viene la pregunta:
¿Hasta dónde puede llegar la educación
utilizando tecnología?
Por el momento es muy difícil saber hasta
dónde llegaremos, seguramente en unos 15 a 20 años, podremos ver y analizar, a
ciencia cierta, en nuestros hijos o nietos, en qué se convirtieron o cual fue
su sistema de aprendizaje criándolos utilizando tecnología. Pero de algo
debemos estar seguros, en los nuevos estudiantes debe primar las habilidades y
talentos humanos, nuestro deber será estimularlos y lograr de ellos personas
diferentes y mejores. Es decir, y en pocas palabras, el futuro es formar
humanos únicos y diferentes.
Con las nuevas eras generacionales,
Millennials y generación z, lo único que se puede lograr en éstos momentos es
aprender conocimientos que en unos años más no existirá; lo principal y
es en lo que debemos enfocarnos ahora en el presente es ¿Cómo estoy aprendiendo
YO ahora? ¿Soy una persona adaptable al cambio? Ayudarte a descubrir para qué
estás especialmente dotado (talento natural) y a determinar cómo aprendes (cómo
incorporas nuevas habilidades y también nuevos conocimientos). Algo que creo
que no se está haciendo a día de hoy.
¿Qué debo aprender ahora?
Simplemente “aprender a aprender”, a leer
más rápido, a entender, a utilizar herramientas tecnológicas, y sobre todo a
concentrarse; debemos aprender a colaborar, a crear, a experimentar y
finalmente a emprender.
“El mundo al que vamos es demasiado
complejo para desaprovechar el talento de las próximas generaciones”
Alfons Cornella
Algo que pienso que tenemos que aprender
a aceptar y entender, en especial la gente grande de edad, es que la educación
tecnológica ya está presente en nuestra vida, y no debemos preocuparnos en ¿Cómo
funciona el programa?, imaginémonos cómo de rápido deberíamos avanzar para que
pudieran entender cómo funciona una máquina inteligente, al final no
entenderán nada y se someterán sin esperanza a algo que posiblemente no podrán
controlar. Debemos perder el miedo a la tecnología, pero NO olvidarnos
de las características UNICAS de los humanos: el uso de virtudes, el
coraje, la imaginación, la empatía, la colaboración, la pasión, el amor, etc.
En el libro “Sálvese quien pueda” de
Andrés Oppenheimer, a cual considero hasta apocalíptico, ya que expone el
futuro de los trabajos en una era de automatización, sin embargo, como indica
Cornella: “es posible que las máquinas
almacenen datos y conocimientos y que den respuestas, pero nuestra esperanza es
que nosotros podamos seguir haciendo las preguntas”. Como docentes o
instructores, debemos hacer que cada estudiante encuentre lo que le gusta
hacer, es decir su vocación, así tenemos personas que mejoren cada día nuestra
sociedad.
No debemos olvidarnos que transmitimos
con ejemplo y lo mejor que podemos transmitir es leer, no importa si es de
forma digital o física, simplemente lee. Si nosotros no leemos, ¿Cómo podemos
transmitir un placer por la lectura?
Todo éste cambio con educación
tecnológica no se realiza de la noche a la mañana, es de evolución lenta, pero para
acelerar el proceso, los educadores debemos ubicarnos y simplemente, reitero,
adaptarse.
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